Costras después de un trasplante capilar

Una vez realizado el procedimiento, es normal que aparezcan costras en las zonas tratadas. Estas costras se deben a la formación de una costra natural que protege la herida durante la cicatrización.

Las costras en el injerto capilar son un efecto secundario normal y esperado después del procedimiento. Suelen aparecer en el área donde se han extraído los folículos pilosos y en el área donde se han implantado. Pueden ser incómodas y causar picazón o dolor, pero es importante no rascarlas o tocarlas para evitar posibles infecciones o daños en el área tratada.

Será el especialista el encargado de indicar cómo cuidar adecuadamente las costras, sin embargo, es importante seguir las instrucciones del cirujano en cuanto a la limpieza y cuidado del área operada para evitar complicaciones.

Las costras en el injerto capilar suelen caerse entre 7 y 10 días después de la cirugía. Durante este período, el área puede estar hinchada y sensible, pero con el tiempo se irá desinflamando y la piel se irá regenerando. Es importante seguir las instrucciones del cirujano para evitar cualquier complicación. Una vez que las costras hayan caído, se pueden ver los resultados del injerto y se puede retomar la rutina normal con cuidado y precaución.

Cómo cuidar las costras

Es importante mantener un cuidado especial mientras las costras están en el cuero cabelludo. Seguir estas recomendaciones te ayudará a que las mismas sequen y se desprendan sin peligro de infecciones.

  • Aplica los primeros días una loción que ayude a ablandar las costras. Aplícalo sin frotar durante la primera semana tras la intervención.
  • Una semana después lava tu cabeza aplicando movimientos muy suaves. Debes hacerlo de atrás a adelante. Esto ayuda a remover las costras, sin causar ningún daño.
  • Es importante que pasados diez días después de la intervención se hayan caído todas las costras.

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